Se acabó. Se han ido y tardaran 350 y pico días en volver. Pero esta vez volvieron con ganas, aunque mis pre-fallas fueran raras, sin petardos, sin mascletades, y sin ver como desde el 1 de marzo se van viendo pequeños trozos de monumento en cada rincón.
Increíble. Pensaba que sería como el año pasado. Perdidos, sin saber donde ir. Acabando en una triste falla en la que tienen exitos de Camilo Sesto y de Georgie Dann. Pero no, acabamos bailando al son de Queen, Macaco o Follow the leader. Vimos menos fallas que el año pasado, pero las vimos mejor. Al final hasta vimos dos veces el encendido de la falla Sueca-Literato Azorín.
También fui por primera vez a la recogida de premios de adultos, y sin dudar, fue el acto más divertido de toda la semana. Creo que esas cosas son las que realmente echas en falta.
Seguimos con la tradición de comprarnos unas gafas de la fiesta y este año tocaban de corazones. 5 corazones de colores armando el chow.
Comimos una hamburguesa triste de un euro, nos dimos cuenta de que when I was a child, I had one "niuron", y de que siempre nos iba bien en la jornada de hoy y que nos gustaba mucho la canción de aserrín, aserrán. Que el banco con el mejor nombre del mundo es el "Beceja".
Vimos la nit del foc corriendo al metro. Probamos un kebab con jamón serrano, queso y canónigos.
Este año la falla se lució poniendo un chivito en los bocatas y lomo, huevo y tomate, que comparado con el año pasado, me hicieron un favor.
Que hemos bailado, hemos reído, y hemos hecho más cosas de las que pensábamos hacer....
Que tú, gentucilla, viniste protestando, pero que más da... me hizo ilusión que vinieras a estar conmigo sabiendo que odias las fallas.


Y que ahora toca volver a la realidad... y es la vez que más me va a costar volver a Alcoi....

Encara tinc el cor encés en flama...

Es impresionante como cambia mi mente de un día a otro. Incluso de una hora a otra. Puedo pensar una cosa, y a la hora pensar otra totalmente opuesta.
Antes de venir aquí ayer (viernes) en el tren tenía una cosa muy clara. En las Paellas, se veía tan nítido, tan lúcido.... y ayer, sólo unas horas después, todo cambió de color. De rojo, pasó a verde. De azul a amarillo. ¿Por qué mi mente es tan vulnerable? ¿Tan fácilmente "cambiable"?
Hoy igual. No tenía ganas de irme. Y cuando estaba allí, y veía sus caras. La mía cambió, y pensé... ¿Cómo podía haberme negado a ir? Me iba a ir tan pronto como pudiese, y he acabado viniendo a las 10.30 de la noche... ¿Qué ocurre en mi mente que se va de un extremo a otro?


¿Por qué mi mente cada vez que piensa en eso no puede evitar un escalofrío que me recorre de la cabeza a los pies? Y eso... díficilmente cambiará.