Nuestra vida está plagada de errores. Nos pasamos la vida equivocándonos una y otra vez, tropezando y tropezando con la misma piedra no una ni dos veces, miles de ellas!
Somos cabezotas, insistentes, y aunque sabemos que ese camino no nos lleva a nada ahí estamos, volviendo a chocar con la pared que no tiene ni un sólo poro por el cual infiltrarse.
Aunque hay veces que das la vuelta, vuelves atrás, y encuentras un nuevo camino, una nueva manera de afrontar las cosas, un camino que, en principio, parece estar libre de paredes con las cuales chocarse.
Entonces, parece que cuando esa persona se ha buscado la vida, entonces vienen los malos entendidos, las equivocaciones de nuevo, la construcción de nuevas paredes que encierran a la persona y la acorralan en un pequeño cuadrado del que no puede salir.
Se siente frustrada, enrabietada, sola, y con ganas de tirarse ahí mismo, entre el frío suelo y la pared recién edificada.
Aunque no haya pedido nada, aunque ella se haya dedicado a ser como es, aunque sólamente intente ser feliz, siempre hay un problema, algo por lo que no todo puede salir bien.
No te he pedido nada, no te he pedido que me comprendas, no te he pedido que me quieras como soy, no te he pedido que me odies, simplemente te pido que asumas que yo nunca he hecho nada para merecer tus palabras.
... Porque el error puede ser haber entrado en este laberinto del que ahora no se salir...
jueves, 11 de junio de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)





No hay comentarios:
Publicar un comentario
¿Has llegado hasta aquí porque tienes algo que decir? Pues ya sabes, puedes publicar un comentario aquí mismo sobre el tema de la entrada, sobre el blog en general, alguna sugerencia o lo que te apetezca aunque no tenga nada que ver...
Como tu Quieras!